A pocos días de iniciar nuestras esperadas vacaciones, nos reunimos como cada año en el patio de nuestra escuela por un motivo especial: expresar gratitud por todas las experiencias vividas durante este año escolar. Algunas fueron constructivas y enriquecedoras, mientras que otras dejaron recuerdos que preferiríamos no revivir. Independientemente de las situaciones atravesadas, es esencial rescatar aquellas que contribuyeron a nuestro crecimiento personal. La vida nos regala momentos maravillosos dignos de ser apreciados, reconocidos y valorados. Por ello, cultivar la gratitud nos permite enfocarnos en los aspectos positivos del pasado y del presente.

Queridos estudiantes, queremos destacar que la educación trasciende el aprendizaje cognitivo anual. Es un proceso de crecimiento en armonía espiritual y física, basado en valores sólidos y relaciones sanas con nuestros compañeros. Aprender implica ser responsables en nuestras interacciones familiares, con amigos y en la escuela, siendo contribuyentes activos para la sociedad.